jueves, 26 de mayo de 2011

Vidas rebeldes. Vidas malditas

("Vidas rebeldes") de John Huston
Sinopsis
"Vidas rebeldes", mucho más que una película, es una leyenda. Fue la última película que Marilyn Monroe rodó entera y su producción estuvo llena de calamidades. La mala suerte visitó a sus anchas este trabajo de John Huston sobre el que todavía hoy los aficionados se preguntan qué ocurrió en él realmente. Por lo que se refiere a su argumento, "Vidas rebeldes" es algo así como un choque de trenes psicológico, el que protagonizan tres personajes fronterizos, atormentados e incómodos a los ojos del espectador de esta dura historia de amores soterrados y venganzas larvadas, tres personajes interpretados por Marilyn Monroe, Montgomery Clift y Clark Gable. El rodaje, a las órdenes de John Huston, fue un verdadero desastre: un equipo médico hacía guardia permanente en el estudio para controlar a Clift y a la Monroe, quien podía demorarse varias horas antes de estar lista para salir a escena, mientras Gable, desesperado, ya no sabía qué hacer ni dónde meterse en los interminables tiempos de espera a los que se veía sometido diariamente. El por entonces ya más que maduro Clark Gable murió de un infarto 11 días después del final del rodaje. La película nunca terminó de gustar a los productores de United Artists y pasa por ser un título inacabado que, por razones industriales, fue terminado para rentabilizar la maldición que pareció haberse cebado en él: Gable, Monroe y Clift murieron antes del estreno de la película, la última que Marilyn rodó hasta el final de su papel.

Aquella noche temblaban los cristales con el tráfico nocturno, mientras veía en la tele 'Los inadaptados', traducción literal del título de ese director tan polémico e irregular como inolvidable. Y una perfecta luna llena y la melancólica película de Huston eran mi única compañía en aquella noche imprevista.


Una película cuyo blanco y negro oscila entre el gris sucio de Las Vegas y los radicales contrastes, espesos como tinta china, en las escenas del desierto y sus escasos y perseguidos caballos salvajes, destinados a convertirse en comida enlatada para perros. Seres indómitos como sus personajes, a pesar del duro precio que les cobra la vida por seguir siendo ellos mismos.

Montgomery Clift (su penúltima película), Marilyn Monroe y Clark Gable (última película para ambos). En Gable su vieja naturalidad socarrona aparece empapada por el cáncer terminal, en forma de mirada alejándose del mundo y unos gestos de austero y gentil empaque.
En Marilyn sus ojos son más tristes que nunca y la rodea una solitaria noche añil, con cierto olor a orquídea, a desierto, a tabaco y gasolina. Como en la escena (ver foto, abajo)en que sale tambaleándose de una fiesta, rechaza un beso en la puerta y un baile inocente, poderoso y roto surge involuntario y tierno de sus brazos lánguidos y del mar de sus piernas. Y acaba rodeando lentamente, en abrazo perfecto, el tronco de un árbol. Y allí se queda inmóvil, con una sonrisa delicada, casi frágil, respirando contra la madera viva, en un largo, pleno silencio.


Tres personajes crepusculares, fuertes por pedir el máximo a la vida, libertad y amor, marcados al no conseguirlo. De sonrisa sin destino, pasos en la cuneta, ojos desolados y cuerpos que arden solos. Seres que están hechos para vivir, condenados a muerte por falta de escenario, de playas salvajes y compañeros de juego. Islas delicadas, como los últimos caballos salvajes, convertidas en leyendas malditas. Nadie olvida a este tipo de seres.
Algunos les temen, otros les envidian, otros les condenan y unos pocos les admiran; pero siempre desde lejos. Y es que las personas excesivas son incómodas. Planos de tesoros, lámparas mágicas, corazón limpio y hondo, cuerpo con alma y laberintos, percibirán aquellos que se acerquen a su mirada. Pero, en general, y en palabras de uno de los personajes: "Siempre acabo en el mismo lugar en que empecé". Y es que si este mundo es para ellos, lo disimula muy bien.
T.Duncan
The misftists

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